13/12/16

Agorafobia: supera la barrera del pánico y malestar [13-12-16]


Agorafobia: supera la barrera del pánico y malestar

Cuando tienes agorafobia (miedo a salir de casa), normalmente te encuentras con un momento de pico de malestar o pánico, en el que se magnifican los síntomas; la incomodidad y la angustia son tan grandes que sales corriendo de regreso a tu casa. Esta barrera es la que identifico como la barrera del pánico y malestar, y si la traspasas y superas cimentarás con más fuerza la confianza que necesitas para seguir saliendo de casa.


Veamos un ejemplo de la barrera del pánico y malestar

Es cumpleaños de tu hermano o hermana que vive lejos de tu casa, organizó una reunión familiar y te sientes presionado a ir, por un lado sí quieres ir porque estimas a tu hermano, pero por el otro lado te mueres de miedo de que te de un ataque de pánico en su casa.

Por un lado te sientes presionado por ir porque “si no voy van a ver lo mal que estoy”, y por el otro lado piensas “pero si me da un ataque de pánico ahí voy a hacer el ridículo y verán que sí estoy muy mal”.

Entonces desde antes ya estás nervioso, indeciso y anticipándote a todos los posibles escenarios negativos.

Bueno, la parte de ir te gana. Tres días antes ya estás nervioso, un día antes explotas con tu familia y gritando les reclamas por no apoyarte en ésta situación, corres a tu cuarto, te da culpa…sales al día siguiente y prefieres no decir nada, al igual que tu familia. Te vistes para la reunión y te decides a salir.

Mientras más te vas alejando de tu casa más nervioso te pones, ya sea por la inseguridad de estar fuera o por el miedo a sentirte mal en la reunión, y llega un momento en el que tu malestar es tanto que empiezas a sentirte con despersonalización, desconectado, confundido y mareado… y tan sólo le ruegas a tus papás que te lleven de regreso a casa.

En cuanto pones el primer pie en tu casa te sientes culpable pero a la vez tranquilo.  Pues claro, es preferible la culpa de haber regresado que haberte expuesto al ridículo de sentirte mal en la reunión o a la posibilidad de que te diera un ataque de pánico más fuerte y ahora sí te pasar algo malo. (cosa que no sucederá)


Ahora imagina éste mismo ejemplo pero con un pequeño cambio


En ese momento en el que alcanzas el pico más intenso de despersonalización, taquicardia, angustia y desesperación…justo en ese momento en el que lo único que quieres hacer es salir corriendo de regreso a tu cueva de protección…DECIDES quedarte.

Ahora, pongo en mayúsculas “decides”, porque obviamente que no quieres quedarte, no te nace, no te es fácil, simplemente no quieres y va en contra de todo lo que sí quieres hacer en ese momento…pero aún así, decides quedarte porque sabes que estás atravesando el momento clímax de malestar, la parte más oscura del bosque tenebroso, la parte más condensada de la nata que no te deja mover…y sabes, que pasando ese momento, que traspasando esa barrera de malestar…te encontrarás en un mejor lugar.


¿Por qué es una barrera?

Es una barrera porque se siente que no puedes pasar de ahí, que hay algo que te está impidiendo ir más lejos y que te impulsa a regresar lo más rápido posible, es una barrera con efecto rebote hacia atrás.

Lo interesante es que ésta barrera la puedes superar, pues es una barrera interior.


Cómo superar la barrera de malestar intenso


Bueno, no digo que sea fácil pero tampoco imposible. Para superar esa barrera necesitas en ese momento agarrarte de ti mismo, confiar en tu cuerpo, saber que no pasará nada grave, dejar de luchar y fluir con lo que estás sintiendo.

Desgraciadamente así funciona la mente, si tu te esfuerzas por no hacer el ridículo, te pones tan nervioso que terminas actuando raro. Si te esfuerzas por no pensar en la ansiedad, te conviertes en la ansiedad misma…

Por eso lo que necesitas hacer es permitir que pase contigo lo que tenga que pasar, mientras que te enfocas en sentir tu respiración y poner atención al momento presente.

Para superar la barrera de malestar intenso tan sólo necesitas esperar a que pase, pero ésta espera no es impaciente, durante ésta espera no quieres auto controlarte (cosa que necesitas dejar de intentar hacer en todos los sentidos).

En ésta espera realmente esperas a que pase mientras que aflojas tu estómago y respiras profundo, mientras que te dices a ti mismo frases positivas como “esto pasará, estoy a salvo, estoy conmigo, soy mi propio hogar”.


¿Cuál es la protección que te da tu casa?

Que ahí puedes sentirte mal y refugiarte en ti mismo y en tu cuarto, que no tienes que poner cara linda cuando en realidad te sientes mal, que puedes dejarte ser…

Entonces…necesitas dejarte ser afuera también, y saber que si lo necesitas puedes cerrar los ojos por un momento y conectar con ese lugar seguro en tu interior.

Pero para llegar a ese momento, necesitas superar la barrera de ansiedad intensa.


Es como dejar de cavar a un metro de encontrar el agua

Supónte que vives en el desierto y estás buscando agua con tu aparato que encuentra agua 😉 y que realmente estás cavando en el lugar correcto, pero de repente se mete la idea en tu cabeza “ya no puedo, aquí no hay nada, mejor me rindo”, sin saber que un metro debajo ya estaba el flujo de agua que necesitabas para sentirte mejor.

Así tal cual es ésta barrera de la que te hablo, ya que pasándola, es muy probable que tu cuerpo se relaje y en realidad te sientas mejor.


¿Cuánto tiempo crees que puedes durar con la mayor intensidad de malestar?


Yo sé que en la ansiedad elevada puedes sentir que todo el día te sientes mal, pero, esos picos de ataques de pánico en realidad sólo pueden durar unos minutos, simplemente porque tu cuerpo no podría estar en pánico constante más de un par de horas a lo mucho, y necesariamente después entrarías en un estado de relajación y agotamiento tan profundo que se te cerrarían los ojos.

Pero por tus pensamientos y tus miedos no te permites entrar en esa etapa de relajación pues te quedas pensando en lo que pasó. Por eso es tan importante lo que te digo: vive el presente.


Vive lo que estás viviendo

Si te sientes mal…te sientes mal y te dejas sentirte mal, pero en cuanto te empiezas sentir bien.. te dejas sentirte bien.

Ponle atención a las personas, a lo que dicen, a lo que comes, ponle atención a la realidad del momento y enfrenta cada momento con lo que trae, sin adelantarte y sin apegarte al pasado.

Creo que de ésta forma, si vives el pico de malestar y lo dejas pasar, te será más fácil salir de casa y poder estar fuera por más tiempo.


¿Qué pasa si no traspasas esa barrera y regresas a casa?

Pues nada, lo mismo que ha venido pasando: confirmarás que tienes un problema grave, que no puedes salir, que estás enfermo quizás. O sea, confirmarás las mentiras de tu mente.

En realidad para eso regresas, para no salir de tu confort, para no abrirte a nuevas verdades, para no conectar con la realidad externa y seguir refugiado en tu verdad interna…

Regresas para seguir recibiendo las ventajas ocultas y ganancias secundarias que la ansiedad te da, (y no es regaño), pero así es, así funciona la ansiedad. Tan sólo te pido que reconozcas éste ciclo vicioso de SALGO-ME SIENTO MAL-ME REGRESO-CONFIRMO QUE NO PUEDO. Para que la próxima vez que tengas la oportunidad de salir digas…”me sentiré mal, para qué salgo”, y empieces a sentirte mal por la ansiedad anticipatoria.


Rompe el círculo vicioso

Para romper éste circulo vicioso te recomiendo que salgas y traspases la barrera de malestar, que por lo menos te aguantes y toleres lo que sientes y fluyas con eso unos minutos más antes de salir corriendo de regreso.

Que esperes…esperes…esperes un poco más cada vez hasta que puedas comprobar mi teoría: detrás de la barrera de malestar está un campo abierto de bienestar.

Y cuando regreses a casa, cuéntate la nueva historia, concluye nuevas verdades, toma en cuenta lo positivo que sí sentiste y dale valor. Quizás no te sentiste tan mal como otras veces…quizás sí lo pudiste manejar y fluir con ello…quizás no estás tan mal como pensabas.


Antes de salir corriendo de regreso a casa…


Toma la decisión de “me voy a esperar un minuto más”, “me voy a regalar un minuto más”, “me voy a dar la oportunidad de ver si se me pasa”.

Con esto me refiero a que tomes la decisión de esperar aunque sea unos segundos antes de regresar corriendo a casa. Que no te dejes llevar por la reacción inmediata de la huída, que enfrentes aunque sea por un minuto al peligro que crees tener enfrente.

Es como cuando tienes miedo a la oscuridad, te entra el miedo y sales corriendo a prender la luz. Bueno imagina que ya tienes la mano a punto de prender la luz pero esperas 5 segundos sintiendo el miedo, observando la oscuridad…

Otro ejemplo es que a mi me daba miedo dejar la mano colgando fuera de la cama, como si quedaba expuesta a ser asustada por cualquier cosa extraña, siendo la cama mi lugar seguro…fui poco a poco extendiendo el tiempo que la dejaba fuera una vez que empezaba a sentir el miedo, hasta que llegó un punto en el que me di cuenta que no había peligro y que ahí podía dejarla.

Ve poco a poco ampliando el tiempo antes de la huída, y de ésta forma la huída será más consciente, ya no una reacción efervescente, sino una decisión, y en cuanto empiezas a tomar decisiones sobre lo que haces de ésta manera, el miedo y las mentiras, la desconfianza y la inseguridad empiezan a perder la batalla frente a la confianza en ti mismo.


En conclusión

La agorafobia sí tiene cura, pero necesitas ir tomando confianza en ti mismo para salir, y esa confianza tan sólo la ganarás saliendo y dándote cuenta de que tú eres tu propio hogar.

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