Odontología pediátrica, la importancia de la prevención
ideal.es.-Raquel Fdez Valdivia
La mejor arma para disfrutar de unos dientes sanos y una sonrisa reluciente es la prevención, de ahí que la odontología pediátrica sea tan importante para la salud dental de los adultos del mañana.
Lo ideal, siempre, es acudir al dentista antes de que surjan alteraciones o problemas en la boca, ya que así podrán prevenirse caries o posicionamientos inadecuados de los dientes y corregir los factores que podrían ocasionar estos problemas más adelante.
La erupción de los dientes de leche tiene lugar entre los 6 y 24 meses de edad. A los 6 años, estos dientes empezarán a cambiarse por los definitivos, un periodo que suele durar hasta los 12 años. A diferencia de lo que puede creerse, los dientes de leche deben tratarse si aparecen caries o traumatismos, ya que de forma contraria podrían aparecer infecciones u otros problemas más graves posteriormente.
Las semanas antes de la aparición de sus primeros incisivos, el bebé podría empezar a morder con ansiedad todo lo que se encuentre a su mano como juguetes o mantas. También es común que se inflamen un poco las encías y que al tocarlas puedan apreciarse bajo ellas estos primeros dientes.
En este proceso, el niño puede aumentar el babeo y sentir irritación, pero no tiene porqué ir acompañado de fiebre o diarreas. En el caso de que se den estas patologías será mejor acudir al pediatra, ya que no siempre deben achacarse a la dentición.
A pesar de que los niños se acostumbran rápidamente a las molestias que implica la salida de los primeros dientes, existen algunos trucos para calmar el dolor, como son la aplicación de frío a través del mordedor o el chupete, previamente metidos en la nevera o el frotamiento de las encías con un cepillo especial para con agua o con un mordedor.
Los primeros dientes deberán limpiarse con una gasa humedecida en agua, y poco a poco ir introduciendo el cepillado y la pasta dental. Hasta los 3 años el cepillado lo realizarán los padres, y posteriormente seguirán supervisándolo hasta que el niño adquiera el hábito de cepillarse tras cada comida y tenga habilidad manual suficiente.
Hábitos perjudiciales para la salud dental de los más pequeños
A menudo no somos conscientes de la repercusión de determinados actos en los más pequeños. Por ejemplo, en cuanto a la alimentación, deben evitarse alimentos de consistencia blanda y pegajosa, como los chocolates o las chucherías, así como las bebidas azucaras o ácidas, ya que atacan directamente a los dientes y producen la aparición de caries. De igual modo, además de retirarse el uso del chupete entorno a los dos años, para evitar posibles alteraciones bucales, deberá evitarse untar éste en alimentos azucarados como miel o leche condensada. Otro de los factores que puede provocar un incorrecto desarrollo facial es la succión del dedo, una manía que debe evitarse a tiempo ya que puede ocasionar graves consecuencias.
Como se ha comentado anteriormente, los golpes en los dientes de leche pueden afectar a los dientes permanentes que se están formando. En el caso de que el diente se rompa o salga por completo, deberá guardarse en suero fisiológico o agua refrigerada y acudir lo antes posible al dentista, evitando envolverlo en servilletas o limpiarlo. Posteriormente, las visitas al dentista se pautarán cada 6 meses, en función de la salud dental del niño.
A pesar de que los dientes de leche sean pasajeros, su cuidado, y los hábitos que se crean en el niño, determinarán la formación y patologías de la boca adulta de nuestros hijos. En Clínica Dental Apneadent cuentan con grandes especialistas en odontopediatría para llevar a cabo todos los tratamientos pertenecientes a la rama de odontología infantil.
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