19/5/18
Vinculan los cambios de hora con un breve aumento del riesgo de ACV [19-5-18]
Vinculan los cambios de hora con un breve aumento del riesgo de ACV
Pero el aumento general fue solamente un 8 por ciento más alto en los primeros dos días después del cambio de hora, según los investigadores
Cambiar la hora para aprovechar mejor la luz del sol podría provocar un aumento breve en el riesgo de algunas personas de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), según sugiere un estudio preliminar.
Al examinar los datos sobre los ACV recogidos durante una década, los investigadores finlandeses hallaron que la incidencia nacional de ACV tendía a aumentar ligeramente en los dos días siguientes a las transiciones del cambio horario, tanto si se adelantaba la hora como si se retrasaba.
Los hallazgos no demuestran que el cambio de hora sea el responsable.
Por otra parte, es difícil imaginar otros factores que explicarían ese patrón específico, dijo el Dr. Jori Ruuskanen, investigador y neurólogo en el Hospital de la Universidad de Turku.
Además, dijo, hay un vínculo conocido entre las alteraciones en los ritmos circadianos del cuerpo y el riesgo de ACV. Los ritmos circadianos se refieren a los cambios en los procesos biológicos del cuerpo que se producen cada 24 horas, y que en gran medida se dan en respuesta a la luz y la oscuridad.
Esos ritmos pueden alterarse de distintas formas, dijo Ruuskanen. El trabajo por turnos y el insomnio son dos ejemplos, señaló, y ambos se han vinculado con un aumento del riesgo de afecciones cardiacas, incluyendo el ACV.
Ruuskanen presentará los hallazgos en abril en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology) en Vancouver, Canadá. Las investigaciones presentadas en reuniones se consideran preliminares hasta que se publican en una revista médica revisada por profesionales.
El Dr. Andrew Lim, neurólogo en el Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook, en Toronto, que estudia el sueño y los ritmos circadianos, se mostró de acuerdo en que es plausible que el cambio horario podría afectar al riesgo de ACV.
"El sueño se asocia con muchos cambios fisiológicos que normalmente se creen que ejercen una protección relativa contra el ACV, como una presión arterial más baja", explicó Lim, que no participó en el estudio.
Cuando se altera el sueño, dijo, quizá también se produzcan cambios en esos procesos biológicos protectores.
Para realizar el estudio, el equipo de Ruuskanen examinó las cifras de ACV de Finlandia entre 2004 y 2013. Los investigadores compararon entonces a un poco más de 3,000 personas que habían sido hospitalizadas por un ACV isquémico durante la semana posterior a un cambio de hora con las casi 12,000 personas que sufrieron un ACV en las dos semanas anteriores o posteriores a la semana del cambio horario.
Los ACV isquémicos son provocados por un coágulo sanguíneo en una arteria que suministra sangre al cerebro, y conforman el 87 por ciento de todos los ACV, según la Asociación Americana del Accidente Cerebrovascular (American Stroke Association).
En general, hallaron los investigadores, la incidencia de ACV fue un 8 por ciento más alta durante los primeros dos días después del cambio horario.
Las personas mayores de 65 años con cáncer parecían ser particularmente vulnerables: tenían entre un 20 y un 25 por ciento más probabilidades de sufrir un ACV justo después del cambio de hora, en comparación con los otros periodos estudiados.
Ruuskanen enfatizó que el estudio halló un pequeño aumento en los casos de ACV a nivel poblacional, lo que significa que para cualquier persona dada, los cambios de hora no tendrían un gran impacto en el riesgo de ACV.
No es que un cambio de hora vaya a desencadenar un ACV en alguien que por lo demás tiene un buen estado de salud. "Esto probablemente signifique que cualquier ACV 'extra' que se produzca después del cambio horario habría ocurrido igualmente en algún momento posterior", dijo Ruuskanen.
Lim se mostró de acuerdo en que el riesgo se ha de poner en perspectiva. "En el panorama general, el aumento del riesgo es pequeño y transitorio", dijo, "y el efecto de otros factores, como la gestión de la presión arterial, es más importante".
Una vez dicho eso, añadió Lim, algo de planificación podría ayudar a las personas a minimizar cualquier alteración del sueño. "Quizá sería útil en general ajustar gradualmente el cambio horario, en lugar de hacerlo de una vez", dijo.
El 13 de marzo es el día en que se ha de adelantar la hora en la primavera de este año. Así que las personas podrían intentar acostarse y levantarse 15 minutos antes de lo normal el jueves anterior, dijo Lim. Ese viernes, aumente a 30 minutos, y entonces intente que ese sábado sean 45 minutos, añadió.
Según Ruuskanen, hay una manera de demostrar que el cambio de hora realmente contribuye a la ocurrencia de ACV: "Si nosotros, en nuestro país, dejáramos de hacer el cambio horario y en un seguimiento de varios años viéramos que el pequeño aumento en la incidencia de ACV desaparece, sería un argumento potente de que en realidad es el cambio horario el que aumenta el riesgo de ACV", señaló.
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