23/3/17

Síntomas, causas y tratamiento de la gastritis

Síntomas, causas y tratamiento de la gastritis

La gastritis es uno de los problemas de salud que más afectan a la población. Por ello, es muy importante conocer todo sobre qué síntomas provoca, sus causas y los tratamientos más efectivos. Y consultar al médico.

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La gastritis es un problema de salud que afecta a miles de personas en todo el mundo. Es muy conveniente por ello, conocer bien qué es para diferenciarlo así de otros dolores similares, como puede ser el dolor abdominal, que puede ocurrir por cualquier otra causa. Es necesario entender qué es lo que causa esta enfermedad, para poder evitarlo y, por supuesto, los tratamientos que más eficacia han demostrado. También es muy importante saber cuándo se debe consultar a un especialista, ya que podría agravarse. Siempre conviene consultar al médico.

¿Qué es la gastritis?

La gastritis es una inflamación de la mucosa gástrica. Este problema se produce cuando el revestimiento del estómago se hincha, causando bastante malestar en quien lo sufre. Su duración puede variar mucho, ya que puede ser una gastritis aguda, que dura poco tiempo, o también puede derivar en gastritis crónica, que puede durar durante meses o incluso años, en cuyo caso será necesario acudir a un médico que valore la situación. Para saber todos los pormenores de esta dolencia, también se puede consultar a través de Internet información gastritis (Mundo Asistencial).

Causas de la gastritis


La gastritis puede ser causada por una gran variedad de motivos. Algunos de las principales causas de la gastritis son la ingesta de alcohol en exceso, la infección del estómago por causa de una bacteria, llamada Helicobacter pylori o algunos medicamentos, como la aspirina, el ibuprofeno y otras medicinas antiinflamatorias.

Otras causas que son menos comunes, pero que se ha comprobado que pueden llegar a causar gastritis son el consumo de cocaína, sufrir una anemia perniciosa, un flujo inverso en el estómago, es decir, el reflujo biliar, algunas infecciones provocadas por hongos o bacterias, enfermedades que debilitan el sistema inmunitario, como el SIDA, padecer un estrés extremo o ingerir alguna sustancia corrosiva. También puede ser producida por tener malos hábitos alimentarios.


Síntomas de la gastritis

En muchas ocasiones es difícil diagnosticar una gastritis por medio de los síntomas, ya que puede aparecer de diversas formas o incluso no llegar a notar ningún síntoma. Normalmente se dan algunos síntomas de forma más recurrente, aunque no tienen por qué tenerse todos; se pueden tener algunos de ellos, uno o dos, o no tener ninguno, como se ha mencionado y, sin embargo seguir padeciendo gastritis. El que aparezcan unos u otros síntomas depende de diversos factores, como el tiempo que se lleva padeciendo la enfermedad, el estilo de vida de la persona, etc.

Los síntomas más frecuentes son el dolor abdominal, en especial en la zona del estómago, tener gases, acidez estomacal o notar un malestar en el estómago en general, además de tener inapetencia o vómitos y náuseas. También se puede notar ardor después de comer, hipo, cierta sensación de desvanecimiento, pérdida de peso o palidez y sudoración excesiva.

En el caso de que la gastritis tenga una mayor gravedad y se produzca sangrado del revestimiento del estómago, también se pueden dar vómitos con sangre o heces de color muy oscuro.


Diagnóstico de la gastritis

Una gastritis se puede diagnosticar mediante diferentes formas por un profesional de la salud. En primer lugar, el doctor preguntará sobre los síntomas que nota el paciente, sus hábitos alimentarios y de salud, así como los medicamentos que suele tomar. Con esta información, en la mayoría de las personas, se puede diagnosticar este problema, aunque hay otros casos en los que se necesita realizar algunas pruebas complementarias para asegurarse.

No hay una prueba única validada para concluir que se padece gastritis, pero existen algunas pruebas que se realizan habitualmente. Uno de estos procedimientos es el recuento de células sanguíneas, en el caso de que se padezca también anemia, ya que, como se ha mencionado, muchas veces la anemia llevar a sufrir gastritis. El análisis de orina, la prueba de embarazo y el cultivo de heces también pueden ayudar a establecer un diagnóstico acertado.

La gastroscopia también puede resultar muy eficaz en los casos más complicados. Ésta consiste en introducir un tubo de un grosor delgado, y que viene acompañado de una cámara, en la boca del paciente, para llevarlo hasta el estómago y examinar su revestimiento. De esta forma, el especialista podrá comprobar si hay una inflamación de la mucosa gástrica.

Todas estas pruebas, y algunas otras que se emplean con relativa frecuencia, no se mandan a todos los pacientes, ya que la mayoría de las veces es suficiente con que el paciente relate al doctor sus síntomas y éste lo examine. Por supuesto, las pruebas necesarias deben ser determinadas por el especialista, que valorará cada caso concreto.


Tratamientos de la gastritis

Como se ha podido ver, son muchos los síntomas y las formas en las que puede aparecer la gastritis, por lo que los posibles tratamientos también son diferentes y están determinados por las particularidades de cada paciente en concreto y del tipo de dolencia. Se puede ver más información en ElSevier.

Algunos de los medicamentos que reducen la acidez estomacal, y que se toman con frecuencia en la gastritis, son los antiácidos, como la sal de frutas, que puede aliviar bastante en los tipos de gastritis aguda, o combinaciones de sales, como el magnesio, el calcio y el aluminio. También se usan a menudo los bloqueadores H2, como la cimetidina. Todos estos antiácidos reducen la acidez, aunque pueden producir algunos efectos secundarios. En cualquier caso, debe consultarse antes al médico.

Otra forma de tratamiento cada vez más utilizada, es tratar la causa del problema en sí misma. Es decir, si la gastritis es producida por una mala alimentación, dar pautas para mejorarla y para cambiar el estilo de vida, o reducir el estrés y la ansiedad en el caso de que sea provocada por ellos. También se puede curar la infección en sí que está provocando la gastritis, por ejemplo, mediante un tratamiento que combata el helicobacter pylori, que muchas veces está ocasionando la infección.

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