20/12/16

Abdominales ¿sí o no? [20-12-16]


Abdominales ¿sí o no?

Interminables repeticiones de ejercicios abdominales no reducen la barriga, sino que la hacen más fuerte. En las mujeres, incluso, pueden ser contraproducentes.

En los años ochenta, los gimnasios y centros deportivos, que estaban dedicados únicamente a la mejora del rendimiento deportivo, recibieron una avalancha de personas que tenían por objetivos mejorar la salud y la estética corporal. Los profesionales del entrenamiento transfirieron los conocimientos y ejercicios para aumentar el rendimiento deportivo a los nuevos objetivos de salud y estética. Si la preocupación era una “barriga abultada”, se buscó la solución mediante un trabajo de la zona en cuestión: los músculos abdominales. Era común ver personas intentando “reducir” su cintura con interminables ejercicios abdominales. Las espaldas pronto dieron el toque de alarma y se replantearon los ejercicios, pero se tardó lo suficiente como para tener un buen número de lesionados.

Fue el momento de cuestionarse muchos dogmas y uno de ellos es la práctica abusiva de los ejercicios abdominales que no tienen en consideración el abdomen como un global (diafragma, abdominales y periné). Este nuevo enfoque pasa por reconocer la inutilidad, la ineficacia y la peligrosidad de los ejercicios abdominales clásicos que, provenientes del deporte, se han incorporado como herramientas para la búsqueda de una mejora estética, de la salud y de la calidad de vida.

Peor en las mujeres

Las últimas investigaciones y publicaciones certifican que, lejos de conseguir el objetivo de reducir la cintura, los ejercicios abdominales provocan un aumento de la presión dentro del abdomen y logran abombar el músculo transverso, la faja abdominal, resultando un vientre fuerte pero igualmente algo abultado. Si el piso de la pelvis no es lo suficientemente resistente para sostener los órganos, puede comenzar a generarse un prolapso o una incontinencia. El hombre no tiene esta preocupación porque su piso pelviano es cerrado.

Si bien hay diferentes causas que pueden provocar la incontinencia urinaria, las mujeres que realizan ejercicios abdominales sin considerar el periné provocan una debilidad de esta zona, por la rápida y repetida presión abdominal sobre el periné. “La incontinencia urinaria afecta a 4 de cada 10 mujeres, desde adolescentes a maduras. Entre las jóvenes, incluso sin hijos, que practican deporte, especialmente ejercicios abdominales, 6 de cada 10 están afectadas de incontinencia de esfuerzo”.

Mucho más fácil


El abdomen abultado se debe a una falta de tono muscular de los músculos que hacen de faja natural en nuestro cuerpo, básicamente el músculo transverso abdominal. Es un músculo que interviene muy poco en los movimientos (caminar, correr, nadar…). Tiene una función de mantenimiento de los órganos internos, los sostiene como lo hace una faja, es un músculo que “trabaja”, o debería hacerlo, manteniendo la postura correcta (sin que sobresalga la barriga). A los músculos que hacen esta función se les denominan músculos estáticos.

Los ejercicios a realizar para reducir la cintura deben tonificar el transverso abdominal. Para ello podemos sencillamente entrar la barriga y mantenerla así durante un cierto tiempo al día. Conviene recordar que la respiración más natural es la abdominal y con este acto la bloqueamos, por lo que no podemos mantenerlo contraído durante mucho tiempo. Una ayuda para “recordar” mantener el abdomen en contracción es atar en la cintura un cordel uno o dos centímetros más estrecho que la cintura en reposo de pie. Ello hará que para evitar dejar la marca del cordel alrededor de la cintura entremos un poco el abdomen y para ello mantendremos contraído el músculo transverso.


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